Tal y como se refleja en el artículo del mismo título que publica hoy el diario Cinco Días, el pasado 15 de julio, se cumplían seis meses desde que FACe llegó al día a día de las empresas que facturamos a las Administraciones Públicas españolas. Por si a alguien se le escapa, con estas siglas nos referimos al punto general de entrada de facturas electrónicas de la Administración General del Estado.
Pasado este tiempo, me parece interesante hacer una valoración de cómo se ha desarrollado su aplicación, pues en un primer momento, la nueva normativa provocó mucha desconfianza, desconocimiento, descontrol… y, sobre todo, despreocupación.
No obstante, el día 15 de enero FACe empezó a recibir facturas reales y los datos nos confirman que ya es una realidad: se han recibido más de dos millones de facturas dirigidas a diferentes entidades, habiéndose reducido el plazo de pago a los proveedores a 82 días, aún todavía por encima de los 30 días legalmente exigibles.
Además, FACe da servicio a 971 organismos de la Administración General del Estado (AGE) y 7.539 municipios; y 16 Comunidades Autónomas y las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla también se han adherido. A estas entidades se suman 41 universidades y 25 instituciones.
Las cifras muestran un gran avance, pero lo más importante es que se ha interiorizado en las empresas que el proceso de emisión de factura electrónica es crítico para su negocio, y algo que podrían, por qué no, reutilizar para otros ámbitos y no solo de cara a las administraciones públicas.
Confío en que esto nos permita, poco a poco, eliminar la gestión de facturas en papel en todos los sectores de actividad, de forma que cualquier organización pueda beneficiarse de todo lo que aporta el tratamiento de facturas electrónicas. Para lograrlo es evidente que hay que trabajar desde todos los ámbitos: Gobierno, Agencia Tributaria, Administraciones Públicas, empresas y nosotros, es decir, las compañías que ayudamos a esas empresas a resolver tecnológicamente los nuevos requisitos de negocio.
Precisamente, Stratesys es una entidad certificada por la Agencia Tributaria como desarrollador de soluciones de facturación electrónica, y cuenta con una dilatada experiencia, tanto en el ámbito nacional como internacional y en todos los sectores de actividad.
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