El dato como activo estratégico | la nueva mentalidad que impulsa la figura del CDO

Stratesys recomienda medir el éxito de la oficina del dato por la adopción activa de sus productos y la demanda interna de información, convirtiendo el consumo de datos en un indicador clave de transformación cultural y madurez digital

El dato se ha convertido en un activo crítico, la figura del Chief Data Officer (CDO) se consolida como un actor estratégico dentro de las organizaciones. Lejos de limitarse a la gestión técnica de la información, su verdadero valor reside en su capacidad para transformar los datos en herramientas de decisión, eficiencia y crecimiento transversal.

Según Gartner, para 2025 el 75% de las organizaciones medianas y grandes habrán establecido una función formal de gestión del dato como parte de su estructura de gobierno. Esta evolución responde a una necesidad creciente: institucionalizar el dato como parte integral de la estrategia de negocio, y no como un recurso aislado.

La cultura del dato como ventaja competitiva

El papel del CDO va más allá de la tecnología. Su aportación estratégica se mide por la creación de productos de datos con impacto real en el negocio. Estos productos, que deben ser útiles, escalables y reutilizables, funcionan como catalizadores para mejorar la eficiencia operativa y fortalecer la toma de decisiones basada en evidencias.

El indicador clave del éxito de una oficina del dato ya no es la cantidad de informes generados, sino el número de usuarios activos que consultan, solicitan y reutilizan esos datos. Esta métrica –inspirada en los modelos de startups– refleja el grado de adopción del dato dentro de la organización.

Una oficina del dato con mentalidad ágil y visión compartida

Lejos del enfoque burocrático, la oficina del dato debe operar como una startup interna: ágil, iterativa y centrada en el usuario. Esta visión se traduce en fomentar la creación de productos de datos desde todas las áreas del negocio, promoviendo una participación activa que potencie la inteligencia colectiva de la organización. Implica también una evaluación continua del ciclo de vida de cada producto, considerando su coste, su retorno y su vigencia para garantizar su relevancia y eficiencia.

A su vez, requiere impulsar el intercambio de información entre unidades, derribando silos y facilitando la reutilización de insights con un enfoque colaborativo. El dato es el único recurso inagotable de la empresa, pero para que se convierta en una auténtica ventaja competitiva, necesita una estrategia sólida de gobernanza, una cultura compartida y una visión transversal que lo posicione como un componente esencial del negocio.

El verdadero impacto del Chief Data Officer no se mide por la cantidad de informes o dashboards generados, sino por su capacidad para transformar la cultura de la organización, consolidando el dato como un recurso imprescindible para innovar, colaborar y crecer”, afirma Iván Piñar del Prado, Head of Big Data & Data Governance en Stratesys.

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