SU MAJESTAD EL DATO | STRATESYS EN ‘ANDALUCÍA ECONÓMICA’

La información disponible crece en cantidad y calidad exponencialmente, a cada momento, convirtiendo todo lo relativo a su tratamiento en asunto de la mayor relevancia. Desde recabarlos a clasificarlos y generar modelos relevantes a los objetivos propuestos para generar valor. En un mundo cada vez más digitalizado, donde estamos conectados todo el tiempo, generamos datos incluso mientras dormimos. Casi todo en nuestra vida está ya atravesado por la tecnología.

Recabar y tratar la inmensa cantidad de datos que se generan de forma continua por los dispositivos que portamos y nos rodean se convierte en tarea central. Desde los aspectos de seguridad y operación hasta los relacionados con el marketing y la comercialización, su tratamiento ha devenido fundamental. Hay tanta disponibilidad que es fundamental el conocimiento sobre cómo procesarlos de manera óptima, enfocado a las necesidades de las organizaciones. La ciencia de datos se convierte en eje central.

Son muchas las tecnologías que se han desarrollado estos años. Por sí solas han supuesto enormes avances. El avance más radical ha estado en su convergencia. Las capacidades de captar datos, transmitirlos, almacenarlos y procesarlos son cada vez más potentes y económicas. Los avances exponenciales en cada tecnología coadyuvan esta convergencia.

Muchos de estos datos ya se estaban produciendo. No había capacidades para extraer de ellos información a costes razonables. Ahora sí. A modo de anécdota vemos cómo hay investigaciones policiales que se están beneficiando de la capacidad de tratar datos que, a priori, no habían sido tenidos en cuenta -datos crudos, refieren algunos medios-. Algunos casos, por su repercusión mediática, son más llamativos pero la tecnología está dando soporte a la investigación policial de manera cotidiana.

Todo lo que tiene que ver con recabar datos desde las fuentes, transmitirlos, almacenarlos, clasificarlos, etc., es lo que procuran las tecnologías de la información. No son más que soportes para un fin como es organizarlos para obtener información relevante para los objetivos perseguidos. El mismo conjunto de datos no será visto de la misma manera por diferentes personas, organizaciones o equipos dentro de estas organizaciones. Donde alguien ve una predicción de lluvias y busca alternativa para pasar el fin de semana, otros ven cómo caerán los ingresos de las máquinas lava coches.

La ciencia de datos camina hacia convertirse en necesidad a casi todas las escalas de las organizaciones. Orientada a la toma de decisiones, optimización de recursos, mejoras de procesos, ampliación de conocimiento, generación de nuevo conocimiento y así un largo etcétera.

Vemos cómo prosperan nuevas empresas tecnológicas que han entendido esta lógica y han decidido hacer del manejo de datos para obtener información su forma de operar. Ofrecen un servicio relevante porque facilitan muchos aspectos de un procesamiento que está creciendo a ritmos exponenciales. Muchas organizaciones no disponen de las capacidades y recursos necesarios para sacar partido del material que pueden recabar en fuentes internas y externas.

Hay empresas que obtienen de datos existentes en los sistemas de tratamiento de información materia prima relevante para la mejora de los procesos. Otras facilitan la extracción, tratamiento y puesta a disposición de grandes cargas de datos. También las hay que trabajan en reforzar la seguridad de los sistemas. Sacan partido a los datos propios, pero también se benefician de trabajar con datos de gran cantidad de organizaciones de los que extraen inteligencia de valor para todos. Aprender de los demás forma parte también del proceso.

El común se beneficia de los datos que producimos a nivel individual. Los campos donde se generan beneficios son múltiples. Hemos visto crecer y desarrollarse muchos en esta maldita pandemia que parece no tener final

Publicado por

Francisco Cantón

Director Asociado de Stratesys