Quality Driven, la tendencia que debe imponerse en la industria farmacéutica

La cultura empresarial es un elemento clave en todas las organizaciones ya que, desde ella, se vertebran los aspectos fundamentales que actúan como los elementos representativos de la empresa en el mercado, se toman decisiones, se comunican los objetivos y se alcanzan los resultados.

Si ponemos el foco en la industria de las Ciencias de la Vida que, si bien normalmente se identifica con las compañías que fabrican productos farmacéuticos, en realidad también incluye a las empresas del ámbito de la salud animal, empresas fabricantes de dispositivos médicos y empresas de bioingeniería. Estas organizaciones tienen como principales pilares de su cultura empresarial: la ética, la innovación, la investigación y desarrollo, la comunicación efectiva, la responsabilidad y cumplimiento normativo.

Estos pilares están enormemente arraigados en las actividades cotidianas de estas organizaciones, pero desde hace unos años ha ido tomando cada vez más fuerza una nueva tendencia denominada “Quality Driven” o “Dirección por calidad”. La calidad siempre ha sido un valor fundamental en esta industria, tanto es así que, en la gran mayoría, los procesos e información vinculadas al área de calidad se tratan como información y activos críticos para la continuidad del negocio. A pesar de ello, existen múltiples ejemplos de sanciones o retiradas de productos derivados de incumplimientos normativos asociados con la calidad.

Por ello, la tendencia “Quality Driven” ha llegado para potenciar y ampliar el impacto de la calidad en el modelo organizativo de la empresa, lo que se ha traducido en un gran crecimiento en las inversiones que se han realizado en el sector para poder implementar mejoras en la calidad como pueden ser:

  • La automatización de los procesos manuales para acelerar los tiempos de respuesta ante posibles no conformidades o desviaciones identificadas
  • La utilización del análisis de datos y la inteligencia artificial para anticiparse a posibles problemas vinculados con la calidad de las materias primas.
  • La capacitación y desarrollo del personal, garantizando que todos los empleados entiendan su papel en la gestión de la calidad y estén capacitados para cumplir con las regulaciones y estándares éticos.
  • Las evaluaciones regulares, con el objetivo de medir el desempeño en cuanto a calidad se refiere, para identificar áreas de mejora e implementar acciones correctivas o preventivas.

Sin embargo, implantar una cultura orientada a la calidad puede llevar consigo enfrentarse a diferentes retos como pueden ser la resistencia al cambio, la falta de recursos, la dificultad para medir la calidad, estar al día de los cambios normativos o equilibrar la calidad y el coste.

Por ello, para superar estos retos es fundamental cumplir requisitos como: establecer parámetros para medir la calidad; implantar un sistema de seguimiento y actualización de las normas de calidad en respuesta a las nuevas normativas e identificar las formas más rentables de aplicarlas; utilizar la tecnología y la automatización para reducir costes y asegurar su cumplimiento; promover la comunicación abierta y dar a los empleados oportunidades de desarrollo profesional; reconocer y recompensar los logros en materia de calidad.

Hoy, muchas organizaciones continúan trabajando con procesos basados en el papel y se dispone de pocas herramientas que permiten hacer un análisis de la ejecución de los procesos de calidad. En esta línea, las nuevas tecnologías que dan soporte a los procesos de calidad pueden ayudar tanto a la digitalización y estandarización de los procesos, como a dar una visión más holística sobre como proporcionar a los responsables de calidad la posibilidad de acceder, analizar y descubrir patrones unificando el suministro por parte de la información estructurada y no estructurada vinculada a esos procesos.

Cabe destacar que, según diversos estudios, como el elaborado por la consultora McKinsey, el rendimiento de los activos de las empresas que han destacan por sus prácticas de gestión de la calidad, es un 30% superior al de sus homólogas.

En conclusión, las compañías se encuentran ante una oportunidad única para revisar su enfoque vinculado a la calidad, tratar de aprovechar los avances tecnológicos de estos últimos años e implementar nuevas iniciativas para actualizar y modernizar sus procesos de calidad. Ahora que existen soluciones tecnológicas maduras y contrastadas para implementar la filosofía “Quality Driven”, es el momento de apostar por este tipo de cultura empresarial. Estas iniciativas no sólo aportan retornos de inversión tangibles en el corto y medio plazo, sino que además son clave para colocar a las empresas del sector en la mejor disposición posible para superar los nuevos retos a los que se tendrán que enfrentar durante los próximos años.

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Publicado por

Luis Fernández-Sanguino

Socio-Director Industria LifeSciences | Pharma