ESPECIAL INTELIGENCIA ARTIFICIAL | ENTREVISTA A FRAN RUIZ EN “20 BITS – 20 MINUTOS”

Entrevista completa realizada a Fran Ruiz González (Director en Stratesys, líder del área de Innovación y experto en Inteligencia Artificial) publicada el 3 de julio en 20 BITS, la sección tecnológica de 20 MINUTOS, de la cual se ha seleccionado un extracto incluido en este artículo sobre evolución y nuevas perspectivas de la Inteligencia Artificial

¿Cuál era la expectativa general sobre inteligencia artificial en 2019? ¿Ha cambiado en los últimos meses? Si es así, ¿qué nuevas creencias se tiene sobre el futuro de la IA? 

En 2019, la llegada generalizada de los primeros Transformers auguraba un futuro emocionante para la IA. Hoy, esas expectativas no sólo se han cumplido, sino que han sido superadas. La IA está evolucionando a un ritmo asombroso, donde conceptos como la multimodalidad o los chain of thoughts están cambiando las reglas del juego. Estos avances nos permiten imaginar máquinas capaces de procesar información de manera similar a los humanos y de adaptarse a nuevas situaciones con una autonomía nunca antes vista.

Pero quizás lo más sorprendente es cómo nuestra perspectiva del futuro de la IA ha cambiado. Hasta hace poco, la creación de una inteligencia artificial general (AGI), es decir, una IA capaz de realizar cualquier tarea intelectual humana, parecía un horizonte lejano. Ahora, todos parecemos estar de acuerdo en que ese horizonte está mucho más cerca de lo que imaginábamos. La promesa de la AGI es emocionante, pero también nos recuerda la responsabilidad que tenemos de guiar este desarrollo de manera ética y sostenible.

¿Los hitos que ha habido recientemente han llegado antes de lo estimado? 

La influencia de la inteligencia artificial ha estado presente durante años, pero los hitos recientes, especialmente los avances de los modelos GPT-3 y GPT-4 de OpenAI, han llegado antes de lo esperado y han acelerado su adopción de forma espectacular. Estos desarrollos han impulsado una vibrante comunidad de código abierto, que está construyendo modelos ‘fundacionales’ más eficientes y accesibles. El sorprendente éxito de aplicaciones como ChatGPT, que superó a gigantes digitales como TikTok o Instagram en su primer mes, es un claro reflejo de cómo la sociedad está cada vez más preparada para adoptar nuevas tecnologías. Aunque estamos presenciando estos avances, aún no somos plenamente conscientes del profundo impacto que tendrán. La adopción de la IA está tan ligada a su desarrollo técnico como a nuestra disposición para integrarla en nuestras vidas cotidianas.

¿Qué podría conseguirse a corto plazo gracias a la IA? ¿Y a largo plazo? 

A corto plazo, la inteligencia artificial tiene un enorme potencial para transformar sectores que lidian con una gran cantidad de datos y procesos complejos. El desarrollo de software, por ejemplo, podría experimentar una revolución similar a la que vivió el sector textil en el siglo XIX, cuando la tecnología permitió satisfacer la creciente demanda y generar empleos de mayor valor. Así, la IA podría asumir tareas que actualmente requieren la intervención humana, como la programación, siempre y cuando tengamos profesionales capacitados para entrenar y dirigir estos sistemas.

A largo plazo, es difícil prever exactamente cuál será el impacto de la IA, pero no hay duda de que será profundo. Ya estamos viendo cómo la IA es capaz de encadenar acciones, tomar decisiones y generar pensamientos de forma autónoma. Esto podría llevarnos más allá de la simple automatización de tareas y podría redefinir completamente cómo trabajamos y vivimos.

La madrileña Yolanda Gil, directora de tecnologías del conocimiento en el Instituto de Ciencias de la Información de la Universidad del Sur de California, vaticinó hace casi cuatro años (en 2019) que la IA iba a “revolucionar nuestro comportamiento diario”, ¿se podría decir que esto ha ocurrido en tu opinión como experto?  

La IA está transformando muchos aspectos de nuestras vidas, a veces de manera tan sutil que apenas nos damos cuenta. Los cambios abarcan desde cómo buscamos información, interactuamos con dispositivos y aplicaciones, compramos, aprendemos y nos entretenemos. Un claro ejemplo son los asistentes virtuales, como Siri o Alexa, y la popularidad de aplicaciones como ChatGPT.

Además, la IA está revolucionando el mundo laboral, automatizando tareas y permitiendo a los trabajadores enfocarse en funciones de mayor valor. También está transformando la atención médica, mejorando los diagnósticos y personalizando los tratamientos.

Como sociedad, nos estamos adaptando rápidamente a estos cambios, a menudo sin darnos cuenta del grado de transformación hasta que miramos hacia atrás. Un ejemplo perfecto son aplicaciones como TikTok o Instagram, que han conseguido que millones de personas pasen una gran cantidad de tiempo deslizando la pantalla gracias a los algoritmos de IA que impulsan estas plataformas. Sin darnos cuenta, nuestras costumbres han cambiado, y eso es solo una muestra del impacto que la IA tiene y seguirá teniendo en nuestras vidas.

Gil hablaba también del uso de la IA para proteger mejor nuestro entorno e incluso para curar enfermedades, ¿cómo podría esta tecnología cumplir con estas expectativas? ¿Se están logrando avances al respecto?  

La inteligencia artificial está desempeñando un papel imprescindible en la medicina, con avances que están revolucionando el diagnóstico y tratamiento de enfermedades. Un ejemplo emblemático es AlphaFold, de DeepMind, una IA que puede predecir la estructura de las proteínas con precisión asombrosa, una contribución revolucionaria que tiene el potencial de acelerar la investigación biomédica y la creación de nuevos medicamentos.

A pesar de estos avances, el despliegue de la IA en la atención médica tiene desafíos éticos y de adopción significativos. La idea de delegar decisiones críticas de salud a una IA no es sencilla y requiere un equilibrio cuidadoso entre la capacidad de la IA y la necesidad de responsabilidad humana.

Por ejemplo, en la lucha contra el COVID-19, se trabajó en algoritmos que podían procesar y consolidar millones de datos para ayudar a los médicos a decidir cuándo era el momento óptimo para extubar a un paciente. Aunque la IA sugería una ventana de tiempo óptima basada en un análisis en profundidad, la decisión final seguía estando en manos del médico. Esta optimización no solo ofrecía ventajas operativas para los hospitales, sino que también tenía un impacto directo en la calidad de vida del paciente.

Entonces, aunque la IA tiene un gran potencial para mejorar la atención médica, su adopción requiere una consideración cuidadosa de los aspectos éticos y de responsabilidad, para garantizar que la tecnología se utilice de la manera más segura y eficaz posible.

Además de la aplicación de IA en medicina, ¿en qué otros sectores puede ayudar al ser humano?  

La inteligencia artificial está permeando en prácticamente todos los sectores, impulsada por desarrollos como los modelos multimodales y la capacidad de generalización. Esto no solo está transformando los escenarios más clásicos de la IA, sino que también está abriendo nuevas posibilidades:

  • Educación: La IA personaliza el aprendizaje para satisfacer las necesidades individuales de los estudiantes, identifica áreas de dificultad y adapta el contenido para una mejor absorción de conocimiento.
  • Agricultura: Imagina robots con la capacidad de identificar y tratar enfermedades de las plantas, o de recoger frutas maduras sin dañarlas. La IA tiene el potencial de mejorar la gestión de los cultivos y del ganado.
  • Industria: Con la ayuda de la robótica avanzada, procesos productivos podrían optimizarse aún más, desde la automatización de tareas hasta la mejora en la eficiencia y reducción del desperdicio.
  • Transporte: Los vehículos autónomos que se comunican entre sí para optimizar las rutas y mejorar la seguridad, son solo un atisbo de lo que la IA puede lograr en este sector.
  • Finanzas: La IA permite la detección temprana de fraudes y mejora la toma de decisiones de inversión, cambiando la forma en que manejamos y comprendemos nuestras finanzas.
  • Entretenimiento: Desde recomendaciones personalizadas en plataformas de streaming hasta la creación de música y arte generados por IA, la manera en que consumimos y creamos contenido está siendo revolucionada.

Los avances en IA están acelerando el cambio en todos los sectores y aspectos de nuestra vida, ya sea por medio de la multimodalidad que facilita la interacción más natural con las máquinas, o la capacidad de generalización que permite una adaptabilidad sin precedentes. La clave será guiar este cambio de manera ética y sostenible, para que sea inclusivo y beneficioso para todos.

¿El avance tan rápido que la IA está teniendo actualmente podría verse afectado por las regulaciones que están por llegar en Europa, EEUU o Japón? ¿En qué puede ayudar o ser negativa la legislación sobre IA?  

La regulación de la IA es un arma de doble filo. Por un lado, puede proporcionar directrices éticas, promover transparencia y prevenir abusos, protegiendo a los usuarios y a la sociedad. Pero por otro, una regulación mal diseñada o demasiado estricta podría sofocar la innovación y poner una carga desproporcionada en startups y pequeñas empresas. Por ello, es esencial un equilibrio que permita el desarrollo responsable de la IA, sin impedir su progreso. Necesitamos un diálogo constante entre legisladores, expertos en IA y sociedad para lograrlo.